ELIGE UN SUEÑO Y PERSIGUELO
Que queréis que os diga, que a mis 56 años recién cumplidos me niego a darme por vencida, me niego a ser una mas y diluirme en la inmensidad. Esta es la edad donde te das cuenta de lo mucho que quieres a quien quieres, te das cuenta de que hay cositas en el tintero que nunca fueron, pero pueden llegar a ser, imaginas mundos y emociones maravillosas, tu naturaleza te impide parar, yo no quiero parar. Siempre he sido consciente de mi potencial pero hay caminos y caminos, siempre quise ser madre y esa labor creo que es tan inmensa que ha llenado mi vida y seguirá llenándola, una es madre por y para siempre, pero que hacer cuando esos hijos marchan a vivir una vida propia? Es duro pensar que ya no te necesitan, que toman sus propias decisiones, que cometerán sus propios errores por mucho que tu les digas. Quizás sea nuestro momento de contraatacar de apostar con ganas por nosotras mismas, con o sin pareja la apuesta es segura, nadie mejor que una misma se conoce y sabe cuantas cosa